Instagram o el detector de obsesiones
Mar Abad de @yorokobumag
.
Vive en el interior de cada persona un terrible desconocido. O dos… O tres…
.
A menudo ese ejército permanece guardado. Igual que se ocultan al exterior las capas silenciosas de una cebolla. Y puede ocurrir que jamás en una vida lleguen a mostrarse. Pero puede suceder que de pronto, por algún filo de cuchillo o alguna aplicación, como Instagram, aparezca un personaje que desconocías y que eres, también, tú.
.
Es habitual que las historias se vayan construyendo más al paso que de antemano. Es común empezar una historia sin final previsto y llevar una cámara sin buscar nada. Pero, de pronto, una imagen te asalta. Te para y te pide una foto. Puede que no sepas bien por qué. Y es muy probable que, después de unos días, descubras que no fue solo una. Has hecho fotos de escenas similares, de objetos parecidos.
.
Tiras de memoria informática y analizas tus imágenes. En las repeticiones descubres tus obsesiones. Quizá no las conocías pero tu perfil de Instagram las muestra, absolutamente claras, ante ti.
.
Ocurre igual con el perfil del resto del mundo. Es difícil encontrar un archivo de fotos poco uniforme. Los temas se repiten (comida, gatos, coches, fiestas, bicis, zapatos, tetas…). El estilo se perpetúa. Los textos te delatan. Es muy fácil conocer el estado de ánimo y ciertos rasgos de personalidad de un individuo por su Instagram. Y eso lo hace aún mucho más interesante que si fuera un mero álbum de fotos.
.
Instagram, bajo el microscopio, habla de individualidad y habla de comunidades. Las relaciones humanas adquieren otro cariz. En mi experiencia (y hay tantas como usuarios tiene Instagram) son lentas, sutiles, breves, suaves.
Y al final todo acaba convirtiéndose en un triángulo adictivo de escenas, fotos y personas del que no puedes –ni mucho menos, quieres– escapar.
.
“Yo he descubierto mis obsesiones ocultas. ¿Cuáles son las tuyas?”
.
@MarAbad de @yorokobumag
Puedes seguir a Mar Abad en Instagram | Twitter | Yorokobu |
Foto de @MarAbad: Máscara chamánica. “Los maestros del caos practican un arte teatral que halla su máxima expresión en la metamorfosis” (Caixa Forum)
