¿Qué está pasando con mis seguidores en Instagram?

Pues nadie sabe muy bien el por qué… e Instagram no suele tampoco dar muchas explicaciones alrededor de sus cambios de “algoritmos” o limpieza de followers. Hace unos meses (y presionado por los usuarios que montaron varias campañas espontaneas #antispam subiendo fotos negras a su perfil) la empresa anunció un borrado masivo de cuentas falsas. Desde ese día, no sabemos muy bien lo que hacen en las oficinas de Instagram (Facebook) pero algo están cambiando.

Lo primero que hay que recalcar es que Instagram no es la única red social afectada por este fenómeno. Recordemos que en el momento en el que Facebook, Twitter y otras RR.SS se convirtieron en potentes plataformas basadas en la carrera al “me gusta” y a conseguir más seguidores, brotaron miles de usuarios y de empresas que idearon todo tipo de prácticas indeseables para sacarle un provecho en términos de reconocimiento personal y/o económico.

Instagram dispone de una “api abierta” que permite de forma muy sencilla para un programador informático, usar la aplicación para desarrollar otras apps paralelas y usando los datos, fotos públicos de Instagram.

Al principio lo usaron empresas que desarrollaron plataformas interesantes como websta.me (antes webstagram) o iconosquare para facilitar la vida de los usuarios y facilitar el uso de Instagram al ordenador.. pero luego llegaron “listillos” que montaron unos softwares que permitían “darle al me gusta” aunque estés durmiendo o seguir (y luego dejar de seguir) mecánicamente a miles de usuarios.

Recuerdo aún el niñato ruso que se decía “consultor en marketing” y que seguía millones de personas y a cambio consiguió tener millones de followers. Hoy le quedan 800.000 seguidores. A esa época, me llegué a preguntar como alguien “sano de juicio” había podido darle al “me gusta” más de 3 millones de veces sin acabar con tendinitis en la mano. Pues era con el uso de un “robot” o software de estos, claro.. ¡Si es que no aprendo!

Instagram empezó entonces a capar ese tipo de técnicas fraudulentas con “una estrategia anti-hackers” limitando el número de “seguir” que podías dar al día y de “likes” que podías otorgar en fotos de otros.. Pero aún así, ahí le tienes al amigo totalmente desconocido en el mundo real, y rivalizando con jugadores de fútbol del Real Madrid en número de seguidores. Eso si que es meter un buen gol fantasma.

Y pronto empezaron a brotar todo tipo de empresas nefastas en Internet que ofrecieron el conseguir “más followers y likes” a cambio de cantidades muy asequibles para cualquier adolescente sin mucho dinero en los bolsillos.

Ese segmento de usuarios les dio alas y probablemente algunos millones de euros. De ahí que Instagram no pueda seguir estando los brazos cruzados.

 .

Como lo citan varios medios internacionales, hoy es vital para Instagram combatir esa lacra de las cuentas falsas. Es un incordio diario para los usuarios que son bombardeados por mensajes comerciales y que se desmotivan por lo poco serio de las herramienta pero también para la propia empresa que pretende ser una plataforma comercial fiable.

¿ Cómo va a cobrar Instagram a sus anunciantes sin poder asegurar el tamaño real de su audiencia?

Por si fuera poco, al cabreo de la mayoría de los usuarios se ha venido a añadir el estudio de unos investigadores en seguridad informática italianos que tras analizar más de 10 millones de usuarios de Instagram, concluyeron que casi el 30% de las cuentas eran inactivas y estimaban que el 8% tenían un comportamiento fraudulento y de paso dejar en ridículo algunos famosos que habrían comprado miles de cuentas falsas por una centena de euros.

La investigación arrojó datos interesantes sobre la actividad de esos “robots” que generan cuentas falsas y les dan una aparente actividad real para dificultar el trabajo de Instagram en detectarlas y borrarlas.

Suelen crear miles de cuentas de mails en diferentes plataformas (yahoo, hotmai, gmail etc..) y luego con esos mails crean cuentas de Instagram (a menudo en modo “cuenta privada”) y con nombres falsos, tirando de listados telefónicos y pillando las fotos de perfil incluso de otros usuarios. Recuerdo, de hecho, hace ya más de tres años, cuando observé por primera vez que me puso un comentario un usuario que yo no conocía de nada pero que tenía la misma foto de perfil que una amiga mía.

Pues según ese estudio, aparece también cosas curiosas como que los robots de spam suben hasta unos 6 vídeos o fotos de Instagram y siguen una media de 40 usuarios más que la cantidad de seguidor que tienen sus propias cuentas falsas. Un usuario real nunca seguiría a 40 veces más personas que le siguen a él, desde luego.

A pesar de que Instagram pueda gozar de uno de los mejores equipos de seguridad informática en el mundo (al estar integrado en Facebook) las técnicas empleadas son cada vez más sofisticadas para escapar a los controles de la empresa norteamericana.

Es un tema fácil y complicado a la vez. Lo más fácil sería ser radical y pasar la cuenta al modo privado y únicamente aceptar como seguidor a amigos reales o gente con quién quieras compartir tus fotos o vídeos. El problema es que lo interesante de Instagram es residir en el mundo de lo público sino caes en encerrarte en tu mundo y reducido circulo de amigos habituales. La segunda opción para evitar las cuentas falsas sería permanecer en perfil abierto y público y de forma habitual, usar apps como Instaghost (itunes) o TrackGram y eliminar las cuentas que sean detectadas como falsas.

También hay apps para seguir la evolución de tus followers, los que van y vienen y entre cosas te permiten saber quienes son realmente. Una de ellas es Followers + (iOS) o Followers+ (Android)

Es curioso pero a pesar de tener 280.000 followers (conseguido al ser usuario sugerido por Instagram durante un año todo es decir) no he sufrido prácticamente nunca ataques de seguidores falsos, ni mensajes comerciales en mi cuenta. ¿Cómo es posible si debería estar aún más expuesto que otros usuarios?

Millones de usuarios usan una cantidad abusiva de etiquetas para conseguir más “likes” o “me gusta” pero realmente esos “likes” son de usuarios falsos y lo que hacen es alimentar esta situación. Todo el mundo se manifiesta contra el spam pero nadie es capaz de renunciar a un 10 o un 20% de sus “me gusta” por egocentrismo.

#Fashion #Moda etc.. tantos hashtags golosos para teenagers recién llegados a Instagram y ávidos de conseguir seguidores y “likes” fáciles. También lo saben las empresas que crean esas cuentas falsas y esos usuarios se convierten en las presas más fáciles.. Si sigues a esos usuarios, lo más seguro es que te devuelvan el follow.. Y los bots lo saben. Seguirán a miles y una buena proporción les devolverá el “follow”

Además de poder revelar sin querer tu contraseña a otros, entras en un circulo infernal del engaño y las prácticas poco cívicas.

Recuerda, si quieres disfrutar de Instagram y pretendes tener más “seguidores” y “me gusta”,  trabaja diariamente, con paciencia y mucha pasión. Disfruta de los reales comentarios y apreciaciones de tus amigos, de los que existen y no busques “likes” automatizados..

Aunque ambos artículos sean de hace años, siguen totalmente en vigor.