Instagram Twitter Una historia de Amor con Final Infeliz (para todos)

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Es una Historia de Amor que empezó muy bien…

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Como casi todas las historias de Amor empezó con un flechazo.

El flechazo fue el de un directivo de Twitter (Jack Dorsey) y unos amigos por un proyecto llamado Instagram y desarrollado por Kevin Systrom, un ex becario.  Una app de foto social recién lanzada y que podría tener mucho futuro. Kevin buscaba una pequeña inversión y su buen amigo (y ex-jefe) de Twitter, Jack le respaldó ofreciéndose primero como “beta tester” y  luego dándole una visibilidad increíble a través de la red.  Jack era generoso y también le dejó algo de dinerillo (no sin ser consciente del potencial y jugoso retorno de inversión…).  Corría entonces el mes de Diciembre 2010 y el pequeño equipo detrás de la app de Instagram había conseguido su primer millón de usuarios y sus primeros 7 millones de dólares en una primera y discreta ronda de financiación. Menos de dos meses después de la salida de Instagram, ya habían empezado el flirteo dos de las empresas de Internet de las más importantes en la actualidad.

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Twitter era, sin lugar a duda, la novia ideal para Instagram

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Twitter era la novia perfecta para Instagram. No es que Instagram fuera solo el novio complementario perfecto a Twitter (una imagen vale más que mil palabras) sino que Twitter, era a su modo, la novia más guapa y deseada del momento. Una novia con poder de comunicación, de convicción pero también de viralización de cualquier otro proyecto.  Por aquel entonces, era como presentarse al cumpleaños de un amigo con LadyGaga del brazo… Un tipo de pareja guapa “Brad y Angelina”

En esos meses de noviazgo, recordaremos que los estudios de mercado dejaban datos muy relevantes. A los pocos meses de convivir juntos, el 12.5% de las fotos subidas a Twitter provenian ya de Instagram, una app que había apostado por facilitar al máximo, el poder compartir sus contenidos en otras redes sociales..

La pareja siguió felizmente su rumbo. Él aportando fotos, miles de fotos, pronto millones de fotos a la economía familiar. Ella dándole a él, la visibilidad y la viralidad que necesitaba en su fase de emancipación.

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Pero a Instagram le salieron dos nuevas novias, guapas y adineradas

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Conforme Instagram fue creciendo, las novias empezaron a llamar a su puerta. Se presentó una primera, una “buscóna” llamada Google pero Instagram le hizo poco caso. Luego apareció otra, una universitaria californiana llamada Facebook…  Twitter por su parte, observaba el cortejo sin parecer preocuparse por el baile de la seducción de sus competidoras.  Twitter vivió con cierta tranquilidad durante unos meses. Fue tan intenso y  tan bonito. Pero como en todas las parejas, llegó la crisis. Instagram había lanzado su versión de Android y se había convertido en unos de los novios más coitizados, al alcanzar unos 80 millones de usuarios en pocas semanas.

Tardaron muy pocas semanas en volver a presentarse las novias y a caer todo tipo de invitaciones nocturnas.  Un elegante movimiento de manos tendidas acabó que finalmente con el temple del novio que no pudo resistir más a la tentación. Un fin de semana, en casa de Mark Zuckerberg y tras una oferta imposible de rechazar, Instagram dejó a su novia “de toda la vida” para irse a compartir piso con Facebook con vistas a probablemente casarse.

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Los primeros meses las parejas se distanciaron sin mayor ruido. 

 

Twitter tenía experiencia en esto de las relaciones de pareja. Sabía que no podría sufragar las ansias del joven por descubrir el mundo. Lo aceptó sencillamente. Jack Dorsey recibió una compensación económica importante (se estima que embolsó unos 40 o 50 de millones de dolares) y dejó de compartir fotos desde su cuenta privada.  Por su parte, Mark Zuckerberg ( @zuck en instagram) empezó a pasear a su nueva novia… Informaba personalmente de los últimos datos de tráfico y descartó poco a poco su propio proyecto de app de fotos. Lo primero fue integrar ambos equipos en las nuevas oficinas de Facebook y a aportar sus primeros cambios en la decoración de la casa de la pareja. Pronto, los “likes” de Instagram se compartieron entre amigos comunes de Facebook, luego se lanzaron los perfiles públicos de Instagram extrañamente parecidos a los perfiles de la nueva novia.. Y poco a poco se fue distanciándo Instagram de su ex-novia Twitter a petición de la nueva esposa. Aunque seguían colaborando a nivel profesional, las relaciones personales se hacían cada vez más tensas entre los que antiguamente se amaban.

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El divorcio

Se empezó a notar un cierto malestar en el entorno laboral entre ambos compañeros. Instagram ya vivía con Facebook y Twitter tenía que rehacer su vida. No era posible seguir difundiendo los millones de fotos y dar visibilidad a su antiguo novio. Tenía que tener su propia vida, volar con sus propias alas y tener su propia estrategia de fotos compartidas. Tras muchos rumores se confirmó por fin que Twitter preparaba unos filtros para poder ofrecer a sus “fieles tuiteros”, unos filtros “vintage” para transformar sobre la marcha las fotos antes de subirlas a su plataforma de micro-blogging. Un primer paso para olvidar definitivamente su ex. Casi al mismo tiempo, Twitter anunciaba ayer oficialmente sus nuevos filtros en su blog.

No sabemos quién tiró la primera piedra pero el caso es que Instagram correspondió a los rumores deshabilitando la capacidad de Twitter en mostrar correctamente las fotos procedentes de Instagram.

En su intervención de la semana pasada en la conferencia de tecnología LeWeb en Paris, Kevin Systrom, CEO de Instagram, confirmó definitivamente la ruptura con su ex-novia al confirmar que se eliminaría la posibilidad de publicar fotos en Twitter en formato preview, y que tenía previsto erradicar la relación en breve.

“Hemos decidido que en este momento, lo que tiene sentido, es orientar a nuestros usuarios que el sitio Web de Instagram” dijó Kevin.

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Los que pagan el pato son siempre los hijos.

Como en todos los divorcios, los que suelen pagar el pato son siempre los hijos. Y los hijos en este caso somos nosotros usuarios, con el corazón partido entre Instagram y Twitter.

Solo se sabe que todavía podremos generar tweets desde la app de Instagram al publicar una foto pero nuestros tweets serán sencillos enlaces “con poco atractivo” que tendremos que clicar para acceder al sitio oficial y al contenido gráfico en Instagram.

Para subrayar aún más la ruptura, Kevin dijó que las fotos publicadas en las dos empresas “amigas”  Tumblr y Foursquare, no se verían afectados, apuntando claramente del dedo a su ex-novia.  No está claro aún si Instagram romperá completamente las relaciones con Twitter y podría cortar incluso la publicación de Links en la app de Twitter pero podemos esperarnos a lo peor.

Ayer por la noche Instagram lanzó su nueva versión 3.2.0 con un filtro Willow (curiosamente parecido al filtro en blanco y negro que Twitter estaba probando ayer), con una mejor cámara y funcionalidades de edición así como una mejor integración con Foursquare, otra antigua novia

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Una pena que una historia de amor tan bonita acabe tan mal… para todos.

@philgonzalez

Ilustraciones: Juan @elhombretecla

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Curiosidad: Leer – La Historia de Kevin no deja de ser asombrosa